RUSIA 2018
Brasil llega con la presión al máximo al choque ante Serbia
Las lágrimas desesperadas de Neymar tras el sufrido partido contra Costa Rica (2-0) trajeron de vuelta los fantasmas del 7-1 que le endosó Alemania en el Mundial de 2014, cuando la Canarinha era local y quedó eliminada y humillada ante su gente. En la última fecha del grupo E Brasil se juega su pase a los octavos de final ante Serbia, que también tiene chances de avanzar. Se viene una final anticipada este miércoles (14:00).
¿Está preparada esta seleçao, con seis supervivientes de la debacle, para mirar la cara a sus fantasmas? Una de las primeras personas que fueron a consolar a 'Ney' fue su amigo Thiago Silva. Él central sabe bien lo que es tener una crisis de pánico ante millones de personas. Y volver. Después del destierro al que lo sometió Dunga (el ex DT de Brasil en el 7-1), Tite sorprendió abriendo de nuevo las puertas a quien los brasileños identifican como uno de los símbolos de aquella humillación.
Thiago Silva captó el mensaje y regresó con perfil bajo hasta que acabó ganándole la titularidad a Marquinhos. Precisamente el viernes volvía a ser capitán en un partido de un Mundial, y no dudó en qué consejo darle a su compañero: “Llora lo que quieras, solo tú sabes lo que pasaste para estar en esta Copa", contó defensor.
El principal candidato de este Mundial no ha mostrado su gran juego de las eliminatorias, por lo que todavía no pudo asegurar su pase a los octavos de final. Es más, una derrota ante Serbia lo puede dejar fuera de la Copa, ya que tiene 4 puntos, igual que Suiza (que enfrenta a la eliminada Costa Rica), mientras los serbios llevan 3 unidades y si logran el triunfo, se meterán en los octavos de final.
Tite tiene una tarea difícil, que es convencer a este grupo de jugadores que debe volver a mostrar el ‘jogo bonito’ que desplegó en las eliminatorias. Para ello deben quitarse la presión que parece pesar demasiado en un torneo en el que está en juego la ilusión de 200 millones de brasileños.